1 de agosto de 2011

ROMA VS LAZIO LIGA 99-00

La Società Sportiva Lazio, popularmente conocida como la Lazio, es un club deportivo de Italia, de la ciudad de Formello en Lacio, del que destaca su sección de fútbol. Fue fundado en 1900 y juega en la Serie A de la liga italiana.
Su rival es el otro equipo de la capital italiana, la AS Roma. Hasta el momento ha ganado dos veces la Serie A, en cinco ocasiones se adjudicó la Copa de Italia y tres veces la Supercopa en su país. En el exterior, la Lazio ganó en una oportunidad la Recopa y Supercopa de Europa, ambas en 1999.
Società Sportiva Lazio fue fundada el 9 de enero de 1900 en el barrio Prati de Roma [5]. Lazio, que es el primero equipo de la capital italiana, se unió a la competencia de la liga en 1912, tan pronto como la Federación Italiana de Fútbol comenzó a organizar campeonatos en el centro y al sur de Italia, y llegó a la final de los playoffs del campeonato nacional en tres ocasiones, pero nunca ganó, perdiendo en 1913 a Pro Vercelli, en el año 1914 a Casale y en 1923 a Génova 1893.
En 1927, Lazio fue el único club de Roma importante que resistió los intentos del régimen fascista de fusionar los equipos de la ciudad en lo que vendría a ser como Roma ese mismo año.
La década de 1950 produjo una combinación de los resultados de mitad de la tabla y la parte superior con una victoria en la Copa de Italia de 1958. Lazio fue relegada por primera vez en 1961 a la Serie B, pero regresó en la máxima categoría dos años después. Después de una serie de mediados de la colocación de mesa, seguido de otro descenso en 1970-71. [7] Volver a la Serie A en 1972-73, Lazio de inmediato surgió como desafíos sorpresa para el Scudetto al AC Milan y Juventus FC en 1972-1973, sólo perdiendo en la última jornada de la temporada, con un equipo formado por el capitán Giuseppe Wilson, así como los mediocampistas Luciano Re Cecconi y Mario Frustalupi, el delantero Giorgio Chinaglia,
y el entrenador Tommaso Maestrelli. Lazio mejorar esos éxitos de la temporada siguiente, garantizando su primer título en 1973-74. Sin embargo, la trágica muerte de Luciano Re Cecconi y entrenador scudetto Tommaso Maestrelli, así como la salida de Chinaglia, sería un golpe triple para Lazio. La aparición de Bruno Giordano durante este período siempre supuso un poco de alivio cuando fue el máximo artillero de la liga superior en 1979, cuando terminó Lazio octavo.
Lazio fue relegada por la fuerza a la Serie B en 1980 debido a un escándalo de notable sobre apuestas ilegales en sus propios partidos, junto con el AC Milan. Se quedaron en la segunda división de Italia durante tres temporadas en lo que marca el período más oscuro en la historia de la Lazio que volvería en 1983 y gestionar en el último día escapar del descenso en la
temporada siguiente. 1984-85 resultaría terrible, con un triste 15 puntos y final del lugar inferior.
En 1986, Lazio fue golpeado con y se le quitó 9 puntos por un escándalo de apuestas y la participación del jugador Claudio Vinazzini. Una épica lucha contra el descenso seguido en la misma temporada en la Serie B, con el club dirigido por el entrenador Eugenio Fascetti sólo para evitar el descenso a la Serie C después de play-off victorias sobre Taranto y Campobasso. Podría llegar a ser un punto de inflexión en la historia del club, con el Lazio de regresar a la Serie A en 1988 y, bajo la cuidadosa gestión financiera de Gianmarco Calleri, la consolidación de la posición del club como un sólido club de vuelo.
La llegada de Sergio Cragnotti, en 1992, cambió la historia debido a sus inversiones a largo plazo en nuevos jugadores del club para que el equipo de un competidor 'scudetto'. Cragnotti en varias ocasiones rompió todos los récords de transferencia en la búsqueda de jugadores que eran considerados grandes estrellas - Juan Sebastián Verón por 40,3 millones de euros, a Christian Vieri 46 milliones de euros, Pavel Nedved por 36,6 millones y romper el récord mundial de transferencia, aunque sólo para una cuestión de semanas, al firmar Hernán Crespo de Parma por 51 millones de euros.
Lazio fueron corredores Serie A en 1995, tercero en 1996, y la cuarta en 1997, luego de perder el campeonato con sólo un punto al Milan en partido del campeonato pasado, en 1999, antes, con la gustos de Siniša Mihajlović, Alessandro Nesta, Marcelo Salas y Pavel Nedvěd en el costado, finalmente ganando su segundo Scudetto en 2000, así como la Copa de Italia en un impresionante y raras (según las normas italianas) "doble" de Sven-Göran Eriksson (1997-2001) como director.
Alessandro Nesta, jugador de cosecha propia y el capitán del Lazio 1999-2000Lazio también tuvo dos triunfos más Coppa Italia en los últimos años, en 1998 y 2004, así como la última vez la Copa de la UEFA Recopa en 1999. También llegó a la UEFA final de la Copa en 1998, pero perdió 0-3 contra el Inter de.
Además, Lazio ganó la Supercopa de Italia en dos ocasiones y venció al Manchester United en 1999 al ganar la Supercopa de Europa [18].


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CAMPAÑA DE RACING EN LA B 83-85

Esta es la historia de como racing club se fue a la B y volvio a la primera categoria a los dos años.
Esta fue una década negra para Racing porque además de agravarse la situación institucional y patrimonial del club, termina descendiendo por primera vez en su historia.
En 1983 desciende a segunda división, el mismo año que la AFA había implementado un nuevo sistema de promedio de descensos.
El 18 de diciembre de aquel año, la pérdida de categoría que se veía venir se confirmó con una derrota por 4 a 3 ante Racing de Córdoba, partido que tuvo incidentes protagonizados por hinchas del club de Avellaneda y la policía. Pero el tiro de gracia se lo dio, el 22 de diciembre, su máximo rival, Independiente, que como local le ganaba 2 a 0 y daba la vuelta olímpica mientras la hinchada roja entonaba un humillante cántico: "Cosa maravillosa / cosa de no creer / el Rojo campeón del Metro / y Racing se va a la B".
Aquel descenso fue el punto más bajo de un proceso glorioso que no volvería a repetirse desde los años 60, cuando el equipo era campeón del mundo. La historia de Racing pareció, en las últimas décadas, estar a contrapelo de la realidad del país. Si en los 80 se veía la euforia y la alegría por la democracia, los de Racing padecían la tristeza del descenso.
Para ese Metropolitano de 1983 Racing había hecho incorporaciones con cierto renombre, a pesar del mal momento económico que atravesaba, que era muy similar al de los demás equipos. Orte, Magallanes y Osvaldo Rinaldi llegaban desde Loma Negra; Tesare, de Boca; y Azzolini, de Newell's.
En la primera fecha de aquel campeonato sólo se habían vendido 29.374 entradas, lo que hablaba a las claras de las pocas expectativas que se habían generado alrededor de los equipos.
Racing comenzó con el pie izquierdo: cayó ante Newell's, en Rosario, por 1 a 0, en un encuentro para el que se vendieron nada más que 975 localidades.
Ya en la quinta fecha, tras su caída ante Chicago, en Mataderos, había quedado en el último lugar de la tabla de posiciones.
Durante ese torneo, un miércoles a la noche, también se produjo la muerte de Roberto Basile, el hincha de Racing que se encontraba en la tribuna de su equipo, en La Bombonera, y que fue alcanzado por una bengala lanzada por los de Boca. Pese a esa muerte instantánea, las autoridades decidieron que el partido debía jugarse; terminaron 0 a 0.
Así, mientras el clásico rival, Independiente, peleaba el título con San Lorenzo y Ferro, Racing luchaba por escapar a los últimos lugares.
La derrota por 3 a 0 ante Temperley, por la vigésimo quinta jornada, fue el punto de partida para un descenso imparable.
En la penúltima, entonces, la caída ante el Racing de Córdoba y una victoria en otro partido de Temperley complicaba aún más la situación, lo que generó los incidentes y, luego, la confirmación del descenso de categoría en el que sería el día más triste en la historia de Racing.
El 22 de diciembre, como si fuera poco, Racing recibió otro golpe: la vuelta olímpica, tras el clásico, por parte de Independiente.
Despues de semejante golpe racing jugo dos años en la categoria B
Por esos entonces Racing club no solo recibia el apoyo de la hinchada academica si no que tambien La hinchada de river simpatizaba y acompañaba a Racing debido a su gran amistad en esa epoca.
Una cosa destacable fue La gente, que dio muestras del inconmensurable amor por la camiseta llenando todos los estadios de la Argentina mientras el equipo jugó en el ascenso, generando recaudaciones asombrosas. Lo que se esperaba en ese momento de angustia era el resurgimiento. Muchos se decían entonces: “Peor no podemos estar. Ahora, tenemos que volver a ser los de antes”. La gente reaccionó, tocada en el amor propio, y, en lugar de darle la espalda al equipo, sacó más fuerzas que nunca y llenó cada cancha en la que el equipo jugó. El camino no resultó nada sencillo y una muestra es que la Academia no pudo gritar campeón en las dos temporadas que estuvo en la B. Con el apoyo fervoroso de la hinchada, con Jorge Castelli como flamante entrenador, con Miguel Brindisi a la cabeza de otra andanada de refuerzos, la Academia comenzó el duro camino de regreso a la primera.
Debutó en la categoría con una victoria por 2 a 1 frente a Los Andes, con goles de Brindisi y Pavón. Pero el equipo no logró consolidarse y despegar en la punta del certamen. A tal punto llegó la irregularidad de Racing que, finalizada la primera rueda, el técnico Castelli renunció. Lo reemplazó Agustín Mario Cejas. La crisis económica de la entidad tampoco ayudaba como para calmar las aguas. Finalmente, Deportivo Español se quedó con el título y el primer ascenso, mientras que conjunto albiceleste se clasificó para el octogonal por la segunda plaza en primera. Racing alcanzó las finales del reducido tras dejar atrás a Deportivo Morón y a Lanús. Gimnasia y Esgrima se cruzó en el camino de la Academia en los encuentros decisivos, se impuso por 3 a 1 en Avellaneda y por 4 a 2 en La Plata. Otro sueño astillado.
En 1984 los problemas en la tesorería se incrementaron. El club quedó expuesto a constantes embargos por parte de ex jugadores. Muchos dirigentes pensaban que, ante la crisis y la deuda de 1.200.000 dólares, había que deshacerse de la sede de Avellaneda y la de Capital Federal, con el fin de juntar el dinero necesario para salir del mal momento.
El año siguiente, Cejas continuó al frente del equipo y llegaron Horacio Attadía, Walter Fernández, Miguel Angel Colombatti y Néstor Sicher, entre otros. Otra vez el recorrido fue largo y difícil. A Racing, la B le costaba más de lo que suponía. La empresa de volver a primera no era “pan comido”. Pero ahí estaba el viejo Racing, intentando, sin demasiada suerte. Por eso, Cejas dejó su cargo en medio del certamen. Los siguieron Cacho Giménez (interinamente), Vicente Cayetano Rodríguez y, finalmente, otro símbolo de la Academia: Alfio Basile. Sin embargo, Rosario Central se llevó el título de la primera B. Y Racing, a duras penas, volvió a clasificarse para el torneo reducido. El primer paso en el octogonal fue con susto: se le ganó y se perdió con Banfield por 3 a 1, aunque por cuestiones reglamentarias se clasificó el equipo de Avellaneda. El acceso a las finales fue menos traumático, con dos victorias sobre Quilmes, por 2 a 0 y 3 a 1. Llegó Atlanta, llegó la gran oportunidad. Y la Academia, esta vez, no desperdició la chance. Prácticamente liquidó el pleito en el primer encuentro, en el que se impuso por 4 a 0, con dos goles de Walter Fernández, uno de Miguel Colombatti y otro de Pavón, en la cancha de River, el 22 de diciembre de 1985. En la revancha, en el mismo escenario, el 28 de diciembre el zurdazo mortífero de Néstor Sicher alcanzó para el empate 1 a 1 con el equipo de Villa Crespo. El estadio estalló en un grito sentido, esperado. Racing volvía al futbol grande, al futbol de primera.
Esta es la historia de como racing club se fue a la B y volvio a la primera categoria a los dos años.
Esta fue una década negra para Racing porque además de agravarse la situación institucional y patrimonial del club, termina descendiendo por primera vez en su historia.
En 1983 desciende a segunda división, el mismo año que la AFA había implementado un nuevo sistema de promedio de descensos.
El 18 de diciembre de aquel año, la pérdida de categoría que se veía venir se confirmó con una derrota por 4 a 3 ante Racing de Córdoba, partido que tuvo incidentes protagonizados por hinchas del club de Avellaneda y la policía. Pero el tiro de gracia se lo dio, el 22 de diciembre, su máximo rival, Independiente, que como local le ganaba 2 a 0 y daba la vuelta olímpica mientras la hinchada roja entonaba un humillante cántico: "Cosa maravillosa / cosa de no creer / el Rojo campeón del Metro / y Racing se va a la B".
Aquel descenso fue el punto más bajo de un proceso glorioso que no volvería a repetirse desde los años 60, cuando el equipo era campeón del mundo. La historia de Racing pareció, en las últimas décadas, estar a contrapelo de la realidad del país. Si en los 80 se veía la euforia y la alegría por la democracia, los de Racing padecían la tristeza del descenso.
Para ese Metropolitano de 1983 Racing había hecho incorporaciones con cierto renombre, a pesar del mal momento económico que atravesaba, que era muy similar al de los demás equipos. Orte, Magallanes y Osvaldo Rinaldi llegaban desde Loma Negra; Tesare, de Boca; y Azzolini, de Newell's.
En la primera fecha de aquel campeonato sólo se habían vendido 29.374 entradas, lo que hablaba a las claras de las pocas expectativas que se habían generado alrededor de los equipos.
Racing comenzó con el pie izquierdo: cayó ante Newell's, en Rosario, por 1 a 0, en un encuentro para el que se vendieron nada más que 975 localidades.
Ya en la quinta fecha, tras su caída ante Chicago, en Mataderos, había quedado en el último lugar de la tabla de posiciones.
Durante ese torneo, un miércoles a la noche, también se produjo la muerte de Roberto Basile, el hincha de Racing que se encontraba en la tribuna de su equipo, en La Bombonera, y que fue alcanzado por una bengala lanzada por los de Boca. Pese a esa muerte instantánea, las autoridades decidieron que el partido debía jugarse; terminaron 0 a 0.
Así, mientras el clásico rival, Independiente, peleaba el título con San Lorenzo y Ferro, Racing luchaba por escapar a los últimos lugares.
La derrota por 3 a 0 ante Temperley, por la vigésimo quinta jornada, fue el punto de partida para un descenso imparable.
En la penúltima, entonces, la caída ante el Racing de Córdoba y una victoria en otro partido de Temperley complicaba aún más la situación, lo que generó los incidentes y, luego, la confirmación del descenso de categoría en el que sería el día más triste en la historia de Racing.
El 22 de diciembre, como si fuera poco, Racing recibió otro golpe: la vuelta olímpica, tras el clásico, por parte de Independiente.
Despues de semejante golpe racing jugo dos años en la categoria B
Por esos entonces Racing club no solo recibia el apoyo de la hinchada academica si no que tambien La hinchada de river simpatizaba y acompañaba a Racing debido a su gran amistad en esa epoca.
Una cosa destacable fue La gente, que dio muestras del inconmensurable amor por la camiseta llenando todos los estadios de la Argentina mientras el equipo jugó en el ascenso, generando recaudaciones asombrosas. Lo que se esperaba en ese momento de angustia era el resurgimiento. Muchos se decían entonces: “Peor no podemos estar. Ahora, tenemos que volver a ser los de antes”. La gente reaccionó, tocada en el amor propio, y, en lugar de darle la espalda al equipo, sacó más fuerzas que nunca y llenó cada cancha en la que el equipo jugó. El camino no resultó nada sencillo y una muestra es que la Academia no pudo gritar campeón en las dos temporadas que estuvo en la B. Con el apoyo fervoroso de la hinchada, con Jorge Castelli como flamante entrenador, con Miguel Brindisi a la cabeza de otra andanada de refuerzos, la Academia comenzó el duro camino de regreso a la primera.
Debutó en la categoría con una victoria por 2 a 1 frente a Los Andes, con goles de Brindisi y Pavón. Pero el equipo no logró consolidarse y despegar en la punta del certamen. A tal punto llegó la irregularidad de Racing que, finalizada la primera rueda, el técnico Castelli renunció. Lo reemplazó Agustín Mario Cejas. La crisis económica de la entidad tampoco ayudaba como para calmar las aguas. Finalmente, Deportivo Español se quedó con el título y el primer ascenso, mientras que conjunto albiceleste se clasificó para el octogonal por la segunda plaza en primera. Racing alcanzó las finales del reducido tras dejar atrás a Deportivo Morón y a Lanús. Gimnasia y Esgrima se cruzó en el camino de la Academia en los encuentros decisivos, se impuso por 3 a 1 en Avellaneda y por 4 a 2 en La Plata. Otro sueño astillado.
En 1984 los problemas en la tesorería se incrementaron. El club quedó expuesto a constantes embargos por parte de ex jugadores. Muchos dirigentes pensaban que, ante la crisis y la deuda de 1.200.000 dólares, había que deshacerse de la sede de Avellaneda y la de Capital Federal, con el fin de juntar el dinero necesario para salir del mal momento.

El año siguiente, Cejas continuó al frente del equipo y llegaron Horacio Attadía, Walter Fernández, Miguel Angel Colombatti y Néstor Sicher, entre otros. Otra vez el recorrido fue largo y difícil. A Racing, la B le costaba más de lo que suponía. La empresa de volver a primera no era “pan comido”. Pero ahí estaba el viejo Racing, intentando, sin demasiada suerte. Por eso, Cejas dejó su cargo en medio del certamen. Los siguieron Cacho Giménez (interinamente), Vicente Cayetano Rodríguez y, finalmente, otro símbolo de la Academia: Alfio Basile. Sin embargo, Rosario Central se llevó el título de la primera B. Y Racing, a duras penas, volvió a clasificarse para el torneo reducido. El primer paso en el octogonal fue con susto: se le ganó y se perdió con Banfield por 3 a 1, aunque por cuestiones reglamentarias se clasificó el equipo de Avellaneda. El acceso a las finales fue menos traumático, con dos victorias sobre Quilmes, por 2 a 0 y 3 a 1. Llegó Atlanta, llegó la gran oportunidad. Y la Academia, esta vez, no desperdició la chance. Prácticamente liquidó el pleito en el primer encuentro, en el que se impuso por 4 a 0, con dos goles de Walter Fernández, uno de Miguel Colombatti y otro de Pavón, en la cancha de River, el 22 de diciembre de 1985. En la revancha, en el mismo escenario, el 28 de diciembre el zurdazo mortífero de Néstor Sicher alcanzó para el empate 1 a 1 con el equipo de Villa Crespo. El estadio estalló en un grito sentido, esperado. Racing volvía al futbol grande, al futbol de primera.


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