5 de junio de 2011

LIONEL MESSI

Sus inicios en Argentina
Con apenas cinco años, Lionel Messi dio sus primeros pasos en Grandoli, un club de barrio a pocas manzanas de su casa, al sur de la ciudad argentina de Rosario. La verdadera descubridora del talento de Messi fue su abuela Celia.
Dos años más tarde comenzó a entrenarse en las divisiones inferiores de Newell's Old Boys, donde jugó hasta 2000. Leo lideró el mejor equipo de las categorías inferiores del club rosarino: "La Máquina del 87". Gabriel Digerolamo, quien fue su entrenador, declaró tiempo después: "lo dirigí en 1999, pero lo conocía desde la escuela de fútbol, cuando él tenía siete u ocho años. Y con la pelota el pibe hacía cosas en contra de la física. Al único que le vi realizar jugadas así fue a Maradona".
A los once años fue rechazado en River Plate, pese a que deslumbró a los técnicos, ya que se le detectó una enfermedad hormonal que afectaba su crecimiento y cuyo tratamiento costaba 900 dólares mensuales por tres años. Durante un año y medio, la obra social de la empresa en la que su padre trabajaba ayudó a solventar los gastos, aunque luego el panorama económico se complicó. Fue entonces cuando Jorge Messi habló con unos parientes que vivían en Lleida y decidió marcharse a España.
Con trece años, Lionel Messi fue a probarse al FC Barcelona, bajo la mirada de Carles Rexach. Allí generó una gran impresión jugando con niños dos años mayores que él, a pesar de sus problemas de crecimiento y la importante diferencia física que a esa edad esto supone. El club catalán se ofreció entonces a pagar los costosos tratamientos a base de hormonas de crecimiento y el jugador rápidamente comenzó a destacar en la liga infantil con la camiseta de uno de los grandes de Europa.
 

No te vayas nunca

SIMPLEMENTE GRACIAS MARTIN



05-06-2011

En la salida del vestuario, en la entrada al hotel, en todos lados. Los hinchas y Palermo se demuestran cariño mutuo y de a poco, el goleador se va despidiendo de ellos. 
"No te vayas nunca", le grita una fanática en la puerta del hotel, en el regreso del estadio de Quilmes, mientras Martín acepta con una sonrisa cada uno de los pedidos de fotos. El momento que los hinchas nunca quisieron que llegase está cada vez más cerca, y lo saben. Por eso de a poco se van despidiendo...
Palermo jugará tal vez ante Banfield en la Bombonera su último partido con la camiseta de Boca, si es que elige no disputar el último encuentro del torneo ante el Lobo de Guillermo. Sus últimos días como jugador son una realidad, y con tristeza pero decisión, le va diciendo adiós al afecto eterno de la gente.
Gol de Maradona a los ingleses, 
relato de Victor Hugo