23 de junio de 2011

COPA LIBERTADORES 2011 SANTOS CAMPEON

El innegociable estilo de juego brasileño prevaleció en la versión 2011 del Santos campeón de América y fue el motivo principal por el que el Peixe se consagró como el mejor equipo del continente. Fútbol netamente ofensivo, con la combinación perfecta entre juego colectivo e individualismo, sorpresa a toda velocidad por las bandas, juego vertical, con efecivo contragolpe y, arriba, el talento y la creatividad de Neymar -siempre listo y atento- para liquidar rivales. En resumen, el Jogo Bonito que exhibió en varios pasajes de la Copa el Santos fue el punto clave para que pueda volver a levantar la Libertadores después de casi 40 años.



Así como el Jogo Bonito fue uno de sus principales argumentos para alcanzar el título, en el desarrollo de su estilo de juego se encontraron sus principales falencias. Es que el Santos se mostró como un equipo más fuerte jugando fuera de casa que como local. Al no tener presión, el Peixe mostró lo mejor de su repertorio cuando jugó como visitante. Al achicar las lineas, su fútbol vertical, de salida rápida, le permitía acabar con las defensas rivales gracias al poder ofensivo y decisivo de Neymar. En cambio, a la hora de jugar en Brasil, la historia cambiaba rotundamente. La obligación de salir a buscar la victoria hacía que la defensa se abriera, no achicara hacia adelante, el mediocampo se fuera para arriba y, por ende, luego sufriera con lo que pasaba a sus espaldas. Esa falencia se vio no sólo en el equipo campeón, sino también en otros conjuntos brasileños (Cruzeiro o Internacional, por ejemplo) que participaron de este certamen, pero, claro, no tuvieron el mismo final que el Santos.

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