En el Santos valoraron el 0-0 en Montevideo. Pero advirtieron que la revancha será tan dura como la primera final.
"Nos vamos muy contentos porque ahora vamos a jugar en nuestra casa para ser campeones", decía Aguiar (entró en el final) después del 0-0 de Santos contra Peñarol, en Montevideo. Sin mucha euforia, pero consciente de que la lucha había valido la pena. Por otro lado, el defensor Durval también remarcó la importancia del resultado, aunque explicó que no será sencilla la revancha: "Soportamos la presión, no nos hicieron goles. Esperemos en el Pacaembu jugar bien, mejor que esta vez, y si Dios quiere ser campeones. El empate es bueno para el equipo, ahora hay que pensar en el segundo partido. Va a ser difícil como éste".
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